viernes, 22 de enero de 2010

Y nos tocó aprender...

Prólogo:
Aunque me he retirado mucho de este blog, creo que la visión se ha mantenido. Pensar mientras obramos nos permite tomar las decisiones correctas en cualquier momento, y saber esperar que las aguas se calmen antes de salir corriendo es una muestra de sabiduría. Creo que después de casi un mes de observación y luego de mil historias que hicieron retumbar mi oído, hoy puedo decir que nos tocó aprender...

Y es que nos tocó aprender que estamos rodeados de gente que nos ama y que muchas veces no tienen la forma correcta de expresar su ideas o ese amor con el que nos miman... esa gente tan amorosa y única, se llama familia. Y lo importante es cuidarles por sobre todas las cosas porque son muy únicos y aunque varían acorde a la luna, son la mejor alegría de este mundo.

Nos tocó aprender que en este mundo estamos rodeados de gente que no necesita una razón - y no tiene una razón - para desearnos o hacernos el mal, pero lo hacen. Estamos rodeados de gente que no se involucra y no nos deja conocer su verdadero corazón y después de mil y un cosa aprendimos que estas personas no necesariamente son malas y sus corazones no están repletos de odio. Mas bien, son personas confundidas, errantes por el mundo porque no han permitido ser acogidas en los brazos de alguien que les ame. Debemos aprender que no todas las personas que llegan a nuestras vidas no serán como nuestros grandes amigos/as pero eso no quiere decir que no puedan ser buenos amigos/as. Se nos descubrió la verdad, y la verdad es que la amistad y el amor son tesoros muy escazos que no podemos recibir de todas las personas que quisieramos.

Nos tocó aprender que el amor es una ideología ilógicas e irracional, pero que eso lo convierte en lo maravilloso y único que es. Que muchas veces nos pasa una mala factura y nos hace pasar un mal rato, pero nos damos cuenta que el problema no era la persona la cual nos defraudo o nosotros mismos y la falta de química con esa persona. El amor se descubrió a nosotros y nos hizo ver que es algo que fluye y se compensa por naturaleza. El amor es uno de esos tesoros que se desvanece cuando corres detrás de el y por ello no hay que darle tantas vueltas o pensar en tantos planes o proponerle muchas trabas: El amor lo único que exige es valor para tomar la decisión de pelear y el mismo mostrará el camino a seguir...

Nos tocó aprender que la vida es como un río que fluye y a medida que nosotros atascamos esa vertiente nos prohibimos a nosotros mismos aprender y sanar. Cosas malas y peores pueden pasar por el, y lo importante es tomar la enseñanza y dejarlo ir. Así también las heridas y las raíces de amarguras. Se nos enseñó que tomar represalias o pedir venganza por propia mano solo nos hará mas miserables. La vida es como un rió en el cual dejamos ir todas las cosas y nos quedamos lo importante porque no podemos vivir en el pasado descuidando el presente y menospreciando al futuro, mas bien, cuidamos el futuro apreciendo el presente mediante lo que el pasado nos ha enseñado. Y es que a pesar de todas las cosas que pasen, podemos modificarnos e ir mejorando, pero nunca cambiar nuestra esencia porque habríamos muerto.

La vida nos enseñó que es vida y merece ser vivida y no creer que lo sabemos todos o que conocemos el camino a seguir porque nos mentiríamos... la vida nos enseñó que hay que ir por ella saboreando cada momento y arriesgandose en cada camino porque lo único que se puede hacer en cada situación de la vida es...vivirla...

Que Dios les bendiga...

No hay comentarios: