jueves, 29 de octubre de 2009

Dejando que dependa de mi(I)...

Hay algo que cada día me carcome el cráneo... pasamos la vida entera buscando complacer a nuestros padres, a nuestros amigos, a nuestra novia/o... vamos de vida en vida y de lugar en lugar buscando ser un ente plagado de vivencias y emociones que hagan que cada persona que nos encontramos se crea en el país de las maravillas...

Sin duda alguna esto esta bien... HASTA QUE DEJAMOS QUE LAS COSAS DEPENDAN DE NOSOTROS. Déjenme explicar mi punto:

Mi yo - mi ser compuesto por sus emociones, sentimientos, gustos y decisiones - es, solo por debajo de Dios, lo que mas debería importar en mi mundo y a quien yo mas quisiera complacer. En tercer lugar... no hay nadie...

Pienso en que cada día es sin duda una nueva aventura a vivir algo maravilloso, pleno y lleno de misterios... no todo nos es lícito vivir, ya que se supone que Dios rige nuestras vidas, así eliminamos miles de cosas. Luego, hay cosas que yo no quiero vivir, y elimino muchas otras cosas.... y allí se supone que muera la tendencia. Pero nos encontramos con el factor que en nuestras listas incluimos a mi novia, a mis amigos, a mis demás parientes... complacerlos a todos se vuelve una tarea descomunal y sin sentido que nos lleva a sobrevivir y no a disfrutar...

Y es que esto es un mal que todos tenemos. Nos vamos a los casos extremos donde los padres les dicen a los hijos hasta que estudiar. Donde los novios eligen la misma carrera para no separarse y lo mismo con los amigos. Solo Dios sabrá cuantos músicos, ingenieros, aviadores, mecánicos, luchadores y demás hemos matado.

Sin duda alguna, creo en que existe una escala de principios y por ende nuestra misma moral como directrices de nuestra vida. Pero darle a alguien tal poder sobre nosotros me parece algo un tanto parecido a un suicidio, y es que dejar de vivir para nosotros, es dejar de vivir.

Entiendo las mil y un razones para hacerlo, puesto que soy uno. Yo paso intentando alegrar a mi viejo y quisiera verlo sentirse orgulloso de mi... pero y que si no sucede? No esperaré mi vida en ello. Es como un objetivo auxiliar, pero no el principal...

También entiendo lo de tener una escala de valores, pero simultáneamente creo en que hay una sola oportunidad de vivir las cosas y si no se viven, jamás volverán. Tal ves sea la oportunidad necesaria para perder un poco la verguenza, la pena y la mente sana... pero sino, de que otra forma vivir? Me refiero... a menudo oimos discursos como "si a mi alguien me hubiera dicho que sucedería si yo hiciera tal cosa..." pero la verdad - y lo gracioso del asunto es - que la persona que nos cuenta esa historia termina esbozando una risa que llamamos "picara" recordando su maldad y, podría asegurar, que no cambiaría ese recuerdo por nada en el mundo... él se atrevió a vivir y nos llama a nosotros a no hacerlo... ¿Por qué?...

Hay que hablar claro - como es costumbre en este blog - y entender que mientras no es uno el que se da el pencazo contra la pared, ¡no entiende, así de fácil! Y vivir sin darse uno que otro golpe es haber vivido una vida llena de miedo y de poquísimas emociones...

Recuerdo que le temía a enamorarme - si, yo, dejen de caer en el shock - y recuerdo que uno de mis amigos me decía la historia de la piscina:"Mira viejito, el amor es como que estás en un trampolín y hay una piscina y te vas a tirar. Pero no sabes si hay agua o no. Pero te animas y te tiras. Si no había agua, casi te morís, pero te levantas y te vas de nuevo al trampolín y en algún momento querrás volver a saltar, y cuando lo hagas, es una ruleta. Algún día, habrá agua en esa piscina y cuando sientas lo bello del agua, sabrás que esos moretones valieron la pena"... ¡Y vaya que valen la pena!... Y esto no aplica para una área llamada amor, aplica para cada sector de nuestra vida, porque el principio es básico: Cerrar los ojos y esperar que haya agua... y no dejar de intentarlo hasta que la piscina este llena.

Sin duda alguna, el mundo le pertenece a los soñadores, a los locos, a los enviciados, a los enfermos, a los que no ponen trabas, a los que ven mas allá... pero el mundo en verdad pertenece a aquellos que pelean, saben pelear con todas sus fuerzas y no dejan que el miedo corte sus sueños, sus locuras, sus vicios, sus enfermedades, ni dejan que les pongan trabas o que les impida ver su plan.

El consejo de hoy es simple: "Vive. Y se feliz viviendo".

Pasen linda noche.

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